Todo comenzó al principio de los años 50.

En aquella época, en un pueblecito de Guipúzcoa llamado Aguinaga, era tradición que las gentes que se dedicaban a las tareas
de labranza, en las noches de otoño y hasta bien entrada la primavera, iban a pescar las suculentas angulas, sobre
todo en las fechas de luna nueva y llena; pues era bien sabido por todos, que en esas fechas, las angulas subían a la
superficie facilitando así su captura, y después de pasar toda la noche en la ardua tarea, regresaban a sus casa
con su preciado tesoro.

Era de dominio popular la elaboración de las Angulas para el consumo.
Este conocimiento se transmitía de padres a hijos. Y así, poco a poco y sin querer ser conscientes, fueron impregnados de la pasión y el entusiasmo de la creación de una empresa familiar llamada:
“Angulas Mayoz”.

Lejos quedan aquellos días,
no así el espíritu que hay detrás de cada producto elaborado por Angulas Mayoz:
“Artesanía y Calidad”.